
La manzana es el fruto del manzano o Malus domestica, uno de los árboles frutales más cultivados en el mundo. Perteneciente a la gran familia de las Rosáceas , con más de 2.000 especies de plantas, es consumida por el ser humano desde hace 20.000 años.
El origen del manzano es incierto, aunque existen vestigios en determinados yacimientos arqueológicos, datados en época Paleolítica y Neolítica, que remontan algunas variedades en Europa y Asia entre 15.000 y 20.000 años atrás. Probablemente, del cruce de varias especies silvestres, seleccionando aquellas de frutos más sabrosos, se desarrollarían los ejemplares conocidos en la actualidad.
La civilización egipcia, la griega y la romana cultivaron manzanos. Esta última los extendió por la mayor parte de sus colonias mediterráneas e inmortalizaron esta fruta en historias mitológicas y textos de gastronomía romana (De re coquinaria de Apicio en el siglo I d.C.). Aunque ya en época romana se producía manzana en la Península Ibérica, fueron los musulmanes quienes, a partir del siglo VIII, popularizaron su consumo.
La facilidad para su conservación hizo que fuera uno de los alimentos más utilizados en los grandes viajes por mar de los conquistadores españoles, quienes introdujeron su cultivo en el Continente Americano durante el siglo XVI.
El manzano es un árbol que posee especial resistencia a los climas fríos (soporta temperaturas inferiores a los 10ºC bajo cero sin afectar su corteza), necesita menos calor o luz para que maduren sus frutos que el resto de frutales y agradece los ambientes húmedos.
No obstante, las heladas tardías de primavera, frecuentes en climas templados, pueden afectar de forma radical a sus flores, por lo que se utilizan con frecuencia riegos anti heladas y variados sistemas de protección (cubriciones bajo plástico, etc.)
El sustrato para el desarrollo del cultivo del manzano es poco exigente, ya que se adapta a la mayoría de suelos (menos aquellos en los que queda agua estancada ya que puede afectar a las características generales del árbol y sus frutos), prefiriendo los de aluvión, silíceo-arcillosos, muy frescos.
Sus flores aparecen en los meses de primavera, madurando las precoces durante el mes de junio, aunque existen variedades que pueden mantener los frutos en el árbol durante varios meses, incluso llegando a la época de floración del año siguiente.
La recolección tiene lugar durante las horas del día donde el fruto quede seco, sin humedad, con un cuidado mayúsculo, evitando que sufran cualquier golpe que afectaría a su aspecto, haciéndolo inservible para el mercado.
Las manzanas poseen en todo el mundo más de 1.000 variedades diferentes entre las que destacan para el consumo humano: Red. Delicious, Starking, Golden Delicious, Early Red One, Granny Smith o Reineta gris del Canadá. En España también se consumen otras variedades como la Starkrimson, Verde Doncella, Esperiega de Ademúz, Fuji, Gala o Reineta.
Las manzanas pueblan los mercados de la Región de Murcia durante todo el año, aunque la mejor época para su consumo se extiende entre los meses de septiembre y junio, evitando el período estival.
En Cehegín, dentro de la Comarca del Noroeste de la Región de Murcia, LA HUERTICA recoge las manzanas Golden y Fuji. Existe una variedad de manzana que posee unas características propias y un sabor particular que solo se da en esta zona: el Pero de Cehegín o de Alcuza, “Pero” no os gusta mucho.
La composición de las manzanas la convierten en una de las frutas más completas para su consumo. Prácticamente un 85% de su estructura está formada por agua, destacando, además, los azúcares (responsables del sabor dulzón de algunas variedades) como la fructosa, glucosa y sacarosa. Los grupos vitamínicos significativos son el E (tocoferol) y C, sobresaliendo también en aportes de fibra. El mineral con más presencia en la manzana es el potasio.
No os podéis alcanzar a imaginar la suerte que tenemos al poder acceder a las manzanas de LA HUERTICA. Para que os hagáis una idea, una manzana convencional necesita muchos cuidados extraordinarios (tratamientos fitosanitarios para la flor, para el cuaje, para los bichos invasores, para engordarlas, etc.), incluso tras su recolección, requieren ciertos procesos para hacerlas más atractivas a los ojos del consumidor: enfriamiento rápido que evita su deterioro, ceras y otros líquidos para su limpieza y mantenimiento duradero, almacenaje en cajas de una sola base para que no queden amontonadas y se aplasten unas a otras, colocación de películas plásticas sobre los ejemplares para su mejor conservación y control de la refrigeración para impedir la pérdida de agua o que la textura de su piel se vea afectada. Pero las que os ofrece LA HUERTICA son de cultivo Integrado, las coge José el sábado desde su campo de manzanos en Cehejín, las coloca en cajas y me las trae a Ulea. Sin colorantes ni conservantes, con un proceso de conservación de lo más natural. Eso hoy en día es un lujo.