
Todos conocéis nuestra naranja sanguina Sangre de Toro.
Esta naranja tiene un poder antioxidante superior al de otras naranjas porque posee antiocianinas, unos pigmentos que le confieren ese color y que se encuentran en flores y en otras frutas que solo se desarrollan cuando las temperaturas nocturnas son bajas, temperaturas que se dan en el invierno mediterráneo.
Es la más cultivada en Italia, seguro que alguno ha visto en Italia que los zumos de naranja son muy oscuros pues se hacen sobre todo con este tipo de naranja.
Además de jugar un papel importante en la prevención del envejecimiento, su alta composición en antocianinas, y otros nutrientes como los carotenoides y los polifenoles, hacen que la lista de beneficios se alargue. Así, las naranjas sanguinas:
- Actúan como un antioxidante: combatiendo el envejecimiento prematuro de la piel de nuestro cuerpo. Esta fruta estimula la producción de colágeno que es crucial para el desarrollo y mantenimiento de los huesos, dientes, cartílagos y de la piel.
- Combaten el colesterol: favorecen la disminución del odiado colesterol LDL, más conocido como ‘colesterol malo’.
- Aportan muchos nutrientes: son muy beneficiosas para nuestra salud por la cantidad de nutrientes y vitaminas que aportan a nuestro cuerpo, destacando principalmente el aporte de vitamina C.
- Poseen una gran cantidad de fibra.
- Nos protegen contra la luz ultravioleta. Un estudio clínico llevado a cabo por Ahora Health, empresa española de I+D+i de complementos alimenticios, han demostrado que su consumo ayuda a prevenir y combatir el daño que se produce en la piel por exposición solar excesiva, con una reducción significativa de los valores índices de eritema (enrojecimiento de la piel).
- Aumentan nuestra sensación de bienestar. Por supuesto, como todos los cítricos, las naranjas sanguinas son además una muy buena fuente de vitamina C, que también actúa como antioxidante natural. La vitamina C es también necesaria para crear dopamina, un neurotransmisor que juega un papel crucial en nuestra salud mental y física, y tirosina, un aminoácido que promueve el buen funcionamiento de las glándulas tiroides, pituitarias y suprarrenales.
- Cuidan del corazón. Las naranjas sanguinas también pueden ser una fuente valiosa de ácido fólico (vitamina B9), que nos protege de enfermedades cardiovasculares graves y tiene especial importancia durante el embarazo. Además, hay que darles las gracias a las antocianinas; ya que se ha demostrado que reducen la hipertensión, hacen bajar el colesterol malo, disminuyen la inflamación y aumentan la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Es un placer consumir la naranja sanguina como fruta de mesa en plena temporada, puede añadirse en las mismas recetas en las que se emplearían naranjas normales y resulta idónea para elaborar zumos y batidos, así como macedonias, carpaccios, ensaladas, salsas, helados, sorbetes, mermelada y pasteles. Con quesos de cabra o de untar contrasta de maravilla. Los frutos secos y las frutas desecadas combinan bien con la sanguina en platos tanto de arroz, bulgur o cuscús, como de pasta o verdura.
Mi desayuno de hoy: 3 sanguinas peladas con tostada de aguacate y limón.
Todos conocéis nuestra naranja sanguina Sangre de Toro. Tiene un poder antioxidante superior al de otras naranjas porque poseen antiocianinas, unos pigmentos que le confieren ese color y que se encuentran en flores y en otras frutas que solo se desarrollan cuando las temperaturas nocturnas son bajas, temperaturas que se dan en el invierno mediterráneo.
Es la más cultivada en Italia, seguro que alguno ha visto en Italia que los zumos de naranja son muy oscuros pues se hacen sobre todo con este tipo de naranja.
Además de jugar un papel importante en la prevención del envejecimiento, su alta composición en antocianinas, y otros nutrientes como los carotenoides y los polifenoles, hacen que la lista de beneficios se alargue. Así, las naranjas sanguinas:
- Actúan como un antioxidante: combatiendo el envejecimiento prematuro de la piel de nuestro cuerpo. Esta fruta estimula la producción de colágeno que es crucial para el desarrollo y mantenimiento de los huesos, dientes, cartílagos y de la piel.
- Combaten el colesterol: favorecen la disminución del odiado colesterol LDL, más conocido como ‘colesterol malo’.
- Aportan muchos nutrientes: son muy beneficiosas para nuestra salud por la cantidad de nutrientes y vitaminas que aportan a nuestro cuerpo, destacando principalmente el aporte de vitamina C.
- Poseen una gran cantidad de fibra.
- Nos protegen contra la luz ultravioleta. Un estudio clínico llevado a cabo por Ahora Health, empresa española de I+D+i de complementos alimenticios, han demostrado que su consumo ayuda a prevenir y combatir el daño que se produce en la piel por exposición solar excesiva, con una reducción significativa de los valores índices de eritema (enrojecimiento de la piel).
- Aumentan nuestra sensación de bienestar. Por supuesto, como todos los cítricos, las naranjas sanguinas son además una muy buena fuente de vitamina C, que también actúa como antioxidante natural. La vitamina C es también necesaria para crear dopamina, un neurotransmisor que juega un papel crucial en nuestra salud mental y física, y tirosina, un aminoácido que promueve el buen funcionamiento de las glándulas tiroides, pituitarias y suprarrenales.
- Cuidan del corazón. Las naranjas sanguinas también pueden ser una fuente valiosa de ácido fólico (vitamina B9), que nos protege de enfermedades cardiovasculares graves y tiene especial importancia durante el embarazo. Además, hay que darles las gracias a las antocianinas; ya que se ha demostrado que reducen la hipertensión, hacen bajar el colesterol malo, disminuyen la inflamación y aumentan la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Es un placer consumir la naranja sanguina como fruta de mesa en plena temporada, puede añadirse en las mismas recetas en las que se emplearían naranjas normales y resulta idónea para elaborar zumos y batidos, así como macedonias, carpaccios, ensaladas, salsas, helados, sorbetes, mermelada y pasteles. Con quesos de cabra o de untar contrasta de maravilla. Los frutos secos y las frutas desecadas combinan bien con la sanguina en platos tanto de arroz, bulgur o cuscús, como de pasta o verdura.
Mi desayuno de hoy: 3 sanguinas peladas con tostada de aguacate y limón